El Estadio Iberoamericano de Atletismo ‘Emilio Martín’ dejó este miércoles una imagen para el recuerdo. Se convertía en un campo de aprendizaje, risas y descubrimiento gracias a la jornada ‘Deporte y Diversidad’, organizada por la Diputación de Huelva con motivo del Día Internacional de las Personas con Discapacidad. Y nosotros tuvimos la oportunidad de participar activamente en ella. 
Casi mil estudiantes de secundaria vivieron una experiencia única, donde el deporte, la convivencia y la inclusión se mezclaron para enseñar, sobre todo, la importancia de ponerse en los zapatos de los demás. Y para que esto fuera posible, Ortopedia Gordillo colaboró cediendo sillas de ruedas que permitieron a los jóvenes experimentar actividades adaptadas de manera más auténtica.
“Las personas con alguna discapacidad tienen que ser conocidas por las capacidades que desarrollan, que son más que su discapacidad”, contaba José María Benabat Arroyo, organizador principal del evento. Y así fue: los estudiantes corrieron con antifaz, practicaron salto de longitud con limitaciones visuales, jugaron al voleibol sentados o disfrutaron del fútbol adaptado para personas invidentes, sintiendo de primera mano los retos que enfrentan cada día tantas personas.
La jornada, que se celebra por segundo año, contó con distintas postas deportivas adaptadas, diseñadas para simular distintas capacidades, desde movilidad reducida hasta discapacidad visual o limitaciones motoras. Ortopedia Gordillo cedió ocho sillas de ruedas, utilizadas en actividades como coreografías grupales o baloncesto. “Queremos crear en ellos empatía y comprensión, y que vivan lo que niños y niñas con alguna discapacidad experimentan todos los días”, añadía el coordinador del evento.
Los circuitos fueron preparados por los alumnos del ciclo formativo de Técnico Superior en Enseñanza y Animación Sociodeportiva del IES Alto Conquero, y contaron con el acompañamiento de casi un centenar de deportistas de clubes especializados como CODA, Los Palitos, Club Deportivo Sordos de Huelva, Al Andalus y C.B. Moguer, que hicieron que cada actividad fuese aún más enriquecedora y realista.
No había ambiente de competición. Más bien, los estudiantes lograron ponerse en los zapatos de los demás, valorar la superación y disfrutar de un deporte sin barreras. Una jornada que quedará en su memoria y que, sin duda, contribuye a “construir un mundo más inclusivo y consciente de la diversidad”.
