Ortopedia Gordillo realiza el estudio biomecánico del pie. Una plantilla puede corregir enfermedades como la fascitis plantal, tendinitis o metatarsalgia, que no sólo las sufren los deportistas. Mima tus pies, estarás dando un paso adelante para tu salud.

Tus pies son reflejo de tu salud general. Son tu sustento al caminar y el espejo de tu buen andar por la vida. Tener rigidez en la articulación de tus pies puede ser signo de artritis; sentir hormigueo o entumecimiento puede ser síntoma de diabetes; y la hinchazón de pies, un problema renal, entre otros. Por ello, si aspiramos a tener una vida sana, es esencial observarlos y estar atento a las señales que nos mandan para ponerles remedio en la medida de lo posible. Calzar el zapato adecuado es importante para mantenerlos en un estado óptimo de salud.

Los especialistas médicos detectarán y solucionarán aquellos problemas que estén relacionados con tu pisada. En Ortopedia Gordillo realizamos el siguiente paso tras el diagnóstico: contamos con el único sistema en la provincia de Huelva capaz de realizar un estudio biomecánico pormenorizado de tu pisada, caminando o incluso haciendo deporte. El objetivo: dar estabilidad a tu pie allí donde “falla” y, como consecuencia, te provoca lesiones de mayor o menor importancia no sólo en los pies, sino también en otras zonas de tu cuerpo, como la cadera o la columna vertebral, o molestias en tu vida diaria.

La pregunta clave que debemos hacernos es: si todos los pies no son iguales, ¿por qué nos calzamos todos con los mismos zapatos? Una plantilla personalizada ofrece la solución a unos dolores de pies y soluciona posibles lesiones. Además, están provistas de un forro especial para bacterias y hongos. La amortiguación es esencial, así como la sujeción del arco del pie.

No necesitas ser deportista aficionado o profesional para sentir molestias al caminar o correr. Por ello, si las sientes, lo principal es que un especialista médico valore si el problema tiene que ver con tu pisada y, si es así, iniciar el estudio y posterior tratamiento para corregirla.

 

Con cada deporte, una necesidad diferente.

El fútbol, el baloncesto, el golf, el voleibol, el atletismo… En cada una de estas disciplinas el deportista ejerce la presión sobre el pie de una manera diferente. Por ello, su plantilla debe adecuarse a la actividad que realiza.

Actualmente, el running o atletismo es un deporte en auge. No hacen falta nada más que unas zapatillas y ganas de ir cumpliendo objetivos para avanzar y engancharse, pero ¿están preparados tus pies para correr? ¿Sabes qué zapatillas usar? No dejes pasar el tiempo, asesórate por un especialista médico y, a posteriori, en Ortopedia Gordillo te ayudamos a que aprendas a cuidar tus pies o a ponerle solución a esa lesión que no te deja disfrutar de la carrera.

Si, en cambio, lo tuyo es el golf, no pienses que tus pies están a salvo de sufrir. Practicando este deporte se produce un giro sobre el primer metatarsiano, por lo que en ocasiones es necesario almohadillar el dedo para evitar lesiones ya que si se produce una descarga inadecuada podríamos sufrirlas.

Los que practican atletismo pueden sufrir periostitis, que es la inflamación del periostilo, la unión entre el hueso y los gemelos, tíbiales y peronéos.

En definitiva, los problemas de pisada no son exclusivos de deportistas. Nadie está exento de sufrir fascitis plantal, tendinitis, metatarsalgia, talargia, esguinces de rodilla, de pie, periostitis y otras dolencias causadas por los pies.

 

¿Cómo lo hacemos?

Lo principal es contar con la valoración médica y su diagnóstico. Después de una primera valoración, si se considera necesario, se realiza un estudio que consiste en la observación del pie con un podoscopio.

El estudio biomecánico se realiza estando parado, caminando 10 metros o corriendo 50 metros. En el caso de grupos de deportistas o equipos, nuestros especialistas se desplazan hasta el lugar habitual de entrenamiento para analizar aquellas variables contextuales que puedan afectar a la pisada, como el tipo de suelo, el calzado que suelen emplear, el tipo de disciplina deportiva que practican, etcétera. En estos casos es más efectivo realizar la prueba mientras el paciente practica deporte.

La plantilla usada para realizar el estudio consta de más de 90 sensores de presión que analizan con exactitud cada movimiento del pie. A través de ondas de radio, tu forma de caminar (o de correr) queda digitalmente registrada en un programa informático que guarda diferentes aspectos de tu pisada que, posteriormente, serán necesarios para fabricar artesanalmente tu plantilla personalizada.

El programa ofrece una imagen térmica de la huella plantal con diferentes colores según la presión. Los más cálidos (amarillo, naranja y rojo) representan los lugares donde el paciente ejerce la mayor fuerza; y los más fríos (azul y verde), las fuerzas más débiles. Aspectos como la marcha, las hiperpresiones, áreas con carga, el centro de gravedad, etc., son analizados minuciosamente con la ayuda de este software, que ofrece un estudio tridimensional de la pisada.

A través de un instrumento denominado pedígrafo, tomamos tu huella plantal o bien tu pisada sobre un bloque de espuma para después poder realizar un molde de escayola. La plantilla precisa de varios días de adaptación al pie para ser efectiva y resultar cómoda.

Durante este proceso, se realizan revisiones para modificarla o adaptarla levemente y que el paciente se sienta cómodo con la misma. Del mismo modo, es importante revisarlas pasado un año, o incluso antes en el caso de que se aprecien molestias, ya que podrían perder efectividad y volverán las molestias. Con el diagnóstico médico y el posterior estudio de tu pisada podrás prevenir y corregir lesiones; elegir las zapatillas adecuadas a tu tipo de pisada; y utilizar unas plantillas personalizadas para tu pie.

Supinador, pronador, pie valgo, varo, evertido o invertido. Analiza el estado de tus zapatos usados y verás si los gastas más hacia dentro, hacia fuera, etc. Todos estos tipos de pie se tratan con plantillas. Lo esencial es la amortiguación, la sujeción y la protección del pie.